Barranqueando con escaladores

El pasado miércoles 12 de enero, aprovechando que me tocaba librar y liándome como solo saben liarme el Nene, Señor de las pinzas, y el Negro, el Magnificus, nos encaminamos a Crevillente a pasar el día. Por la mañana nos dedicamos al buen hacer de los bloques. Después de mostrar la técnica y fuerza de estas dos bestias pardas agarrados a cantos imposibles decidí pegarle un tiento a un par de bloques, solo para descubrir que no era tan fácil hacer lo que tan sencillo parece al observar.

Tras la comida y el té, nos bajamos a Crevillente a recoger al Lolo para enfilarnos al barranco que nos iba a ocupar la tarde.

Teniendo en cuenta que los únicos problemas que he tenido en un barranco han sido siempre con escaladores, y que dos de las tres veces ha sido con el Nene y el Negro, pues no es difícil imaginarse los malos pensamientos que me acechaban conforme nos íbamos acercando a la cabecera

La motivación era buena por mi parte. Como parte del proyecto del Team para este año tenemos pensado descender todos los barrancos reseñados en Alicante, y ese día tacharíamos de nuestra lista el Barranc Fort (fotos, información). Sabíamos que no nos íbamos a encontrar un espectacular barranco, pero pese a las bromas sobre los “barrancos para coleccionistas”, pudimos disfrutar de varios rincones magníficos.

Pese a dedicar grandes esfuerzos a cuestionar la belleza del barranco, debemos agradecer al Nene, de pertotarreu, las bonitas instantáneas que realizó a lo largo de descenso, pero sobre todo, agradecemos profundamente que nos iluminara con el mejor descendedor que podemos usar, que nos es otro que el reverso. Y para ello nos obsequió con una clase práctica sobre el bloqueo del reverso. De lo más seguro y cómodo que he visto hasta el momento

En resumen, buen dia montañero y un barranco que tiene su encanto, sobre todo si lo disfrutas con tan buen grupo como el que formamos